La imagen de Nuestra Señora de las Lágrimas que la Cofradía de las Angustias encargó al escultor Miguel Bejarano Moreno con destino al paso del Calvario, en el que procesionó de 1999 a 2004, ha vuelto al lugar donde se bendijo, la ermita de san Antón, junto a la imagen de san Juan evangelista del mismo autor. Se pierde así la posibilidad de que esta interesante dolorosa vuelva a procesionar, aunque la lógica hacía pensar que se cedería a la Hermandad del Calvario, no ha sido así, imperando el criterio del párroco de san Juan, Carlos Fernández Revuelta, de retenerla en la parroquia y trasladarla al lugar que la Hermandad de las Angustias pensó alguna vez rehabilitar para culto y salida de sus imágenes, pero la tozudez de la administración y la asociación de vecinos, unida a la falta de decisión del obispado lo impidieron, al no permitir la ampliación de la puerta, por considerarse un atentado contra el patrimonio, a nosotros nos parece que en todo caso mucho menor que el horroroso edificio que han adosado a la ermita.
La ermita volvió a abrir sus puertas, tras ocho años de obras, el pasado día 17 de enero, festividad de san Antón Abad, en una ceremonia presidida por el obispo Adolfo González Montes. El proyecto de rehabilitación ha corrido a cargo del arquitecto Alfonso Rubí Cassinello.