Así lo ha querido el Señor, llamarte
en este Domingo de Gaudete o de la alegría, es decir: regocíjense. Nos dices adiós
en este impasse del Adviento. Pero hoy Luis, no escribo estas líneas para ti,
lo hago para aquellos que viviendo sólo el presentismo que nos asola no hayan conocido
la grandeza de tu figura. Entre tú y yo cupo una amistad y por mi parte un
agradecimiento sincero y eterno que no necesita de panegíricos en esta postrer hora
de nuestra despedida terrenal.
Sepan, quienes lean estas líneas,
que a Luis Criado del Águila lo nacieron en el espejo del mar un 18 de febrero
de 1940. Apenas un mes antes el bueno del cura ecónomo de Santiago, Manuel
Rodríguez Rodríguez, había reunido a un puñado de cofrades en su domicilio de
la calle Real, número 16, para reflotar la hermandad de Nuestra Señora de los Dolores
y apenas un mes después, todavía sin imagen, se le volvió a dedicar el septenario
en la parroquial de San Sebastián. Fue aquel un año intenso en su cofradía de siempre,
se iniciaron los trámites para encargar una nueva talla y se dispuso todo lo
necesario para que el Viernes Santo de 1941 Almería tuviera la primera cofradía
en la calle tras el periodo bélico y la revolución iconoclasta. La falta de archivos
ordenados y el desinterés por recuperarlos, no nos permite datar su antigüedad
en la corporación de origen servita, lo cierto es que de manera inquebrantable
ha pertenecido desde siempre a ella con la generosidad del último de sus siervos
y supongo que su mejor medalla es la de haber llegado a ser el hermano número uno.
Toda una vida activa en diversas juntas
de gobierno, le cupo el honor de presidir como hermano mayor la cofradía de
2005 a 2012. Durante este periodo se instauró el besamanos del Viernes de Pasión
en 2006 y, en 2007, el rosario vespertino, en esta misma jornada, al Cerro de
San Cristóbal. Se recuperaron los cultos debidos al titular de la hermandad: el
Santísimo Sacramento, con funciones, procesión de impedidos y altares al paso
de la procesión del Corpus Christi. La cofradía experimentó un giro acorde con
el dolor representado, unificando las túnicas del cuerpo de nazarenos por unas
de cola y escapulario negro (2012). Desde el año anterior ambos pasos vienen
procesionando en silencio. Por su parte el paso de misterio se vio culminado al
aplicarle barniz caoba a cargo de Juan Valdivia Sánchez (1929-2017). Por todo y
por tanto, en 2013 sus hermanos pusieron sobre su pecho la insignia de oro de
la corporación.
Y qué decir de su paso como
presidente de la Agrupación de Cofradías (1980-1984). Qué voy a decir yo de aquello.
Supo acompañarme en los amargos momentos en los que a la hermandad del Cristo
del Perdón se le “invitó” a abandonar Santiago. Cuanto todo lo creíamos perdido,
una tarde de despedida, él a su casa y yo a la mía, me dijo: ¿Qué te parece si vamos
a hablar con las monjas de la Compañía de María? El final de esa historia muchos
la saben, aunque son pocos los que quieren contar la verdad.
Pregonero, orador, conferenciante, comunicador
radiofónico, actor aficionado, amante del flamenco, taurino y COFRADE… exaltó a
su Soledad del alma en 2000, antes había pregonado a la Semana Santa (1986) y a
nuestra feria (2007). Escudo de plata (1986) y oro (2010) de la Agrupación de Cofradías,
había ingresado también el 1 de agosto de 1973 en la Orden de Cisneros con la Medalla
de Oro que le fue impuesta por el gobernador civil y jefe provincial del
Movimiento, Antonio Merino González.
Ya nada será igual, Luis, en esta
Almería y en tu cofradía sin tu esbelta y caballerosa figura. No veremos tus
manos curtidas en la vara del último nazareno pero aunque alguien dijo una vez que
las personas pasan y las instituciones permanecen, me permito enmendar la plana
a tan cicatero dicho: las personas quedan y no pasan nunca, porque sus obras permanecen
para siempre. Un abrazo querido Luis.