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| Ricardo Salvador Moríñigo posa junto al cartel de Semana Santa 2014 |
El joven Ricardo Salvador Moríñigo presentó a mediodía de ayer el cartel de la Semana Santa 2014 en el estrambótico salón de plenos del ayuntamiento, acto en el que se rompió la absurda tendencia de que sea el hermano mayor de la Hermandad de turno a la que va dedicado quien oficie la presentación de éste, suponiendo aquello, no siempre cierto, de que por ser el máximo representante de una Hermandad ya se le presupone que cuenta necesariamente con un grado de oratoria y locuacidad suficiente como para brillar en estos menesteres. Que cunda el ejemplo, y ya que la Agrupación se sacudió en su día con tan salomónica fórmula su propia responsabilidad sea la Hermandad afectada quien proceda como le parezca, y nombre, hermano o no, a quien bien la represente. Bravo por la apuesta de la de Pasión.
El caso es que una vez más quien debió abrir, tras un saludo estrictamente protocolario, y también cerrar el acto, quedó en medio de otros discursos tan innecesarios como lo inapropiado de su situación, castigado en una esquina de la mesa. Pero dejemos al lado los protocolos entregados en formas trasnochadas y heredadas que parece que nadie se atreve a actualizar, quizás por aquiescencia con el poder establecido, y pongamos el acento en los tres protagonistas del día que, aunque no lo pareciera, no eran otros que el presentador, el cartel y el autor. Morínigo, como no podía ser de otra manera, habló de su Señor, el de los ojos verdes del Lunes Santo, su Pasión, con el mismo sosiego que transmite el nazareno de santa Teresa, recurriendo también al recurso pregonero de nombrar a todas las advocaciones cofrades de la ciudad. Dijo del cartel lo que es y no lo que nos han querido hacer ver, Dios con cara y cuerpo de hombre... hasta que aparece Ella, como el último rayo de sol rojizo sobre el horizonte en el atardecer... El óleo no representa el momento de la pasión almeriense en el discurrir penitencial de la Hermandad de Pasión en la noche del Lunes Santo, se trata más bien de una alegoría de éste con el paisaje idílico del primer monumento almeriense como telón de fondo.
La apuesta, que como todo lo nuevo, creó el escepticismo propio de la incertidumbre que produce el desapego que la sociedad almeriense viene demostrando hacia nuestra Semana Santa, mal que nos pese, de suerte que aunque el concurso pictórico no haya tenido una elevada competencia, ésta y otra obra maravillosa y delicada que hemos podido ver de la Virgen de los Dolores de Santiago, reunían calidad y mérito para pregonar desde los escaparates nuestra Semana Mayor. Al final ha ganado quien ha reunido más tópicos en un mismo espacio. Se sienta un primer y buen precedente que hace albergar un mayor interés por un concurso bien dotado que de fallar puede pasar a la apuesta segura que supondría una elección directa por encargo.
El gaditano Manuel Jesús Obregón Ortiz, en su obra de corte impresionista, ha sabido mover y tratar los recursos de éxito garantizado, muy del gusto cofrade: primer plano devocional, palio en movimiento, incienso, público, nazarenos, ciriales y costaleros... y la noche primaveral almeriense con la luna de parasceve iluminando la Alcazaba. La leyenda, al no incluirse en las bases del concurso, ha sido confeccionada por fernando salas pineda, que ha escogido una nueva tipografía acorde con el cartel y con los colores de Almería que parece haber satisfecho al pintor y a también a sus mentores.
Ahora que el cartel oficial ha tomado otro rumbo ya nos gustaría que quien lo descubriera fuera siempre su autor acompañado de quien represente a las Hermandades y que al primero lo dejen expresar y explicar su obra, pero eso ya sería otra acto que por ahora no es.
El Cartel
Impresión: Imprenta Úbeda, S.L.
Depósito Legal: AL 4-2014
Formato: 50x70
Ejemplares: 1.500
Impresión sobre papel couché 150 gramos laminado brillo
Autor: Óleo sobre lienzo de Manuel Jesús Obregón Ortiz
Diseño Gráfico: fernando Salas Pineda
Título de la obra: Y... a tu llegada.
Editor: Agrupación de Hermandades y Cofradías de la ciudad de Almería
Para los Anales: No se trata, como se puede creer, del primer cartel de estas características, fueron dibujos los de 1948, 1952, 1955, 1959, 1960, 1961, 1962, 1963, 1964 y 1975, junto a un único óleo de 1981 obra del canónigo Antonio Sánchez Gómiz.
