Acaban de cerrarse las urnas en la Hermandad de Pasión, tras un injustificado y extensísimo cabildo de cinco horas, innecesario para su censo de hermanos, en el que ha resultado reelegida por un nuevo y último periodo de tres años María del Carmen Pantoja Arias, única candidata que se presentaba a los comicios. Mª Carmen Pantoja se enfrenta al importante reto de la renovación necesaria que garantice la continuidad de la corporación del Lunes Santo tras un ligero decaimiento, lógico tras un intenso periodo en el que ha sentado unas bases, especialmente patrimoniales, muy sólidas. La renovación de la Junta de Gobierno con entrada de nuevos valores, la consolidación del grupo joven, una mejor estructuración de los cultos, la mayor integración de los cofrades en la vida de hermandad y la finalización del bordado del palio, conforman las piezas maestras de este mandato, marcado sin duda por la triste pérdida del gran motor y dinamizador, el recordado José Enrique Vivas Ibáñez.
