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| La capilla de Santa María Magdalena, recuperada al culto y restaurada por la Hermandad del Rosario. |
Tras la renuncia del Rvdo. Agustín Martínez Gilabert por razones de edad y salud, la capilla de santa María Magdalena, sede de la Hermandad del Rosario, se ha visto desasistida de culto durante las tres últimas semanas, quedando suspendida de este modo la misa dominical de las once de la mañana a la que acudían una buen número de hermanos y vecinos de la zona. La renuncia de Martínez Gilabert se ha producido sin previo aviso, por lo que la Hermandad no ha podido de momento encontrar sustituto, estando a la espera de que el obispado se pronuncie en cuanto al necesario nombramiento de Director Espiritual y rector de la Capilla. El coqueto templo, recuperado al culto por la propia Hermandad en 1995 tras veinte años de cierre, pertenece administrativamente a la feligresía de san Juan, lo que hace difícil que el párroco de ésta, Carlos Fernández Revuelta -que ha superado ya la edad de jubilación- pueda atenderla junto a su parroquia y a la ermita de san Antón. No obstante la Hermandad sigue abriéndola todas las mañanas, y ahora también los domingos coincidiendo con el horario de la misa, un esfuerzo notable a sus expensas digno de elogio que ha convertido a esta Capilla en un espacio único de oración y recogimiento entre tanta iglesia cerrada a cal y canto.
