Aunque desde hace algunos años el acto de presentación del cartel de Semana Santa venía celebrándose el último sábado de enero, no ha sido hasta la fría noche de ayer cuando ha tenido lugar la de el 2012, y como también es costumbre se ha llevado a cabo en el funcional, inhóspito y en la semipenumbra del desangelado salón de plenos del Ayuntamiento, gloria del arquitecto sevillano José Ramón Sierra Delgado, premiado en uno de los tantos concursos de ideas que tanto gustan a los políticos y a la vez tanto daño hacen a la estética y al buen gusto. La presentación ha corrido a cargo del hermano mayor de la Cofradía del Amor, Gabriel Fernández Allés, aunque quizás eso cueste recordarlo, si tenemos en cuenta los discursos y homilías de antes y después que incomprensiblemente se vienen colando y convirtiendo en los protagonistas de excepción de un trasnochado protocolo -después de una presentación o de un pregón sobran otras palabras-. Hemos prestado oídos a Gabriel -no con poco esfuerzo por la deficiente megafonía- al que incluso le han desvelado el cartel antes de lo que tenía previsto en una parte de su alocución.
El presentador ha arrancado con un bonito recuerdo al que ha hecho posible, sin él saberlo, que el Cristo del Amor sea la imagen de esta Semana Santa, Juan Fenoy López, fundador que esta Hermandad sí quiere recordar y reconocer, la emoción ha llegado cuando Gabriel se ha dirigido a él con un Don Juan, pase y siéntese junto a nosotros a disfrutar de la fotografía que hoy presentamos. Después se ha referido al autor, Víctor González Felices, desvelando una conversación que mantuvieron en la que trataban, entre otros, el tema de la nueva Carrera Oficial y en la que el joven fotógrafo le hacía saber que en su archivo no guarda ni una sola imagen de la que hemos dejado; a nosotros, que también nos ocurre igual, nos apena ahora, más que nada por aquello del trabajo documental histórico, lo que muestra bien a la claras el desapego de la mayoría de los cofrades por la recta oficial y la tribuna del ficus. Gabriel, Gaby para sus amigos, ha mostrado una generosidad poco habitual en la mayoría de los casos, si comenzaba con el recuerdo al fundador y a cuantos hermanos han formado parte de la nómina de su cofradía, concluía sus palabras agradeciendo a sus padres y a su tío, el artista de la flor Rogelio Fernández Vargas, por ser los responsables directos de inscribirlo como cofrade del Amor en los inicios de la década de los ochenta del pasado siglo y hasta para la que fuera hermana mayor de la corporación de san Sebastián, María Dolores Verdejo Sánchez, de quien recibió la llamada para formar parte de su Junta de Gobierno. Al final se hizo entrega de los premios del concurso fotográfico de la Agrupación de Cofradías 2011, el primero ya sabido, el segundo a Juan Carlos Sánchez Montoya, de quien podremos ver este año un magnífico trabajo en el cartel de la Santa Cena, el tercero al veterano Felipe Ortiz Molina, con un fotón del Nazareno bajo el puente del ferrocarril -cartelazo que quedará inédito- y un accésit a Miguel Ángel Pérez Torres, cuya foto de los faroles del Perdón quizás hubiera corrido mejor suerte en un concurso con otros criterios.
